Cuando uno pone en la tv los magacines mañaneros (“Ana
Rosa” y “Espejo Publico”), es difícil el día en el que no se traten unos temas
en concreto. Cada mañana, lo mismo. Ahora se tratan 3 casos:
Y es curioso como cuando en un programa se empieza a
tratar un tema, el otro rápidamente le copia y le da igual importancia o más.
Un ejemplo es el caso de los niños robados por Sor María. Los primeros en darle
importancia, fueron los de “Espejo Público” y Ana Rosa no tardo en seguir su
senda. Se podría decir que existe un marcaje entre ambos programas.
Además con el desarrollo de las tramas de los
diferentes casos, surgen personajes televisivos que o buscan su minuto de
gloria, o están encantados con la situación en la que están. Un ejemplo claro
son los abogados de José Bretón y de Urdangarin, que no parecen incómodos
defendiendo los casos de personajes de dudosa reputación, por ser generosos con
ellos. Los programas los utilizan al máximo y hacen de sus conferencias de
prensa acontecimientos relevantes dentro de su programación.
Para acabar, es complicado delimitar la línea entre información
y aprovechamiento de estos desgraciados casos para rellenar contenidos. Para un
servidor, la delgada línea se encuentra justo en la mitad. Aunque en ciertos
periodos, los programas utilizan descaradamente estos temas para rellenar
contenidos, sin ningún tipo de escrúpulo.