Le tenían muchísimas ganas y esta gente no iba a
dejar pasar esta oportunidad. Era una china en el zapato y se la iban a quitar
del medio cuanto antes. La nueva cúpula de TVE ha cesado a Ana Pastor. La
primera sensación que me vino al cuerpo cuando leí esta noticia, es una
profunda tristeza. Buenos periodistas hay algunos, pero valientes hay poquitos
y sin duda Ana Pastor tiene tanto de lo primero como de lo segundo. Sus
entrevistas eran duras, pero siempre ha preguntado las cosas que la gente
quería saber y nunca le he visto hacer una entrevista mamporrera y pelota como
abundan en la profesión.
Desde su despido, las reacciones han sido muchas y
muy diversas. A la mayoría le parecía una muy mala noticias su despido (muchos
periodistas conocidos), alguna gente expresa su disconformidad con lo que
cobraba (sueldo alto comparado con el de los ciudadanos normales pero no para
la TV) y otros se alegraban (gente próxima al PP). Yo, sin duda alguna, me
alineo con la gente a la que este despido le parece horrible. Curioso también
es, que ella no haya sido la primera a la que han echado (como todo el mundo
pensaba) sino que han ido destituyendo primero a Fran Llorente (cuyo trabajo ha
sido impecable y nada criticable) y después al resto de responsables de los
servicios informativos de televisión española. Vamos, que les parecía muy
descarado largar primero a Ana Pastor, pero que tarde o temprano caería.
Respecto a su futuro, no creo que Ana Pastor tenga muchos
problemas para encontrar trabajo. Es muy buena, tiene bastante tirón y las otras
cadenas lo saben. Personalmente, lamento que la cadena pública se desprenda de
una profesional que no se ha significado con ningún partido político. Me parece
que se avecinan nubarrones muy negros sobre los telediarios de “La primera” y
que la época Urdaci puede volver del pasado. El gobierno necesita un altavoz
para intentar explicar a los españoles sus medidas y hacerles ver la realidad
que ellos quieren. Y que mejor herramienta que TVE. Por último, una pena que
las televisiones públicas sean utilizadas por los partidos políticos como
medios de propaganda. Para eso, lo mejor es que desaparezcan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario